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¡ Niñ@, que «huevos» se escribe con H y con V, con H y con V ! , ¿entendido?
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Lo que no nos contaron esos tan pesados profesores de Lengua, siempre tan obsesionados por escribir impecablemente, es que existe también la palabra uebos y además es la palabra correcta a utilizar en la expresión ¡Manda uebos!
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Con esto no nos referimos a la “menstruación de la gallina”, ni a los testículos del hombre, como piensan muchos, sino que uebos significa “necesidad, cosa necesaria”. Y la famosa expresión proviene del latín “mandat opus” (manda la necesidad o la necesidad obliga) que se usaba en el ámbito judicial para indicar que unas pruebas o argumentos eran tan contundentes que obligaban a ver los hechos de una determinada forma y actuar en consecuencia (cfr. Diccionario de la RAE: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?LEMA=uebos)
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Uno de los pocos ejemplos que conocemos del uso de esta palabra, data del año 1297, y la escribe Berceo en la Vida de San Millán: «Quantos nunqa venién, de qualquier malatía, éstos eran cutiano e muchos cada día, untávanlos con ello, e avién mejoría, nunqa lis era uebos buscar otra mengía». (Cuántos venían en cualquier momento, por cualquier enfermedad, éstos eran cotidianos y muchos cada día untábamos con ello y experimentaban mejoría, nunca les era necesario buscar otro remedio).
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En fin, que hay que escribirlo así, porque no queda otra:
¡Manda cojones!, digo ¡Manda uebos!
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Y otra expresión que nos sorprenderá es ¡No hay tutía! ( todo junto ).
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En sentido figurado, para indicar que la dificultad o imposibilidad de realizar o conseguir algo, se utiliza la expresión «No hay tutía». Decimos: «Se lo he dicho un montón de veces, pero no hay tutía, no cambia de idea». Funciona como equivalente de ‘no hay remedio’, ‘no hay manera’, ‘imposible’, etcétera.
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A buen seguro que lo que más llama la atención no es el significado ni el contexto de uso de esta locución verbal, sino que tutía aparezca escrito junto y no separado. «Tutía» es una variante de «atutía«, que procede del árabe hispánico «attutíyya«, y que designaba un ungüento medicinal hecho con «atutía» u óxido de cinc.
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El prestigio de este compuesto fue tal, que se convirtió en una especie de panacea o remedio para curar todas las enfermedades. Y la lengua acuñó esta expresión, que, en origen, vendría a significar ‘no hay remedio’. El término remedio habría que entenderlo aquí como el elemento o el producto que sirve para mejorar o aliviar una enfermedad o alguno de sus síntomas.
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El hecho de que la palabra «tutía» (o atutía) no se use en español actual ha favorecido la interpretación –errónea– de esta expresión. Por eso no es de extrañar que aparezca escrita » no hay tu tía «, como si en realidad se tratase de la tía de alguien, para dar a entender a alguien que no debe tener esperanza de conseguir lo que desea o de evitar lo que teme.
De nuevo, el Diccionario de la RAE, en su última edición (22ª edición), se hace eco de esta realidad y bajo la entrada «tío- a» registra la expresión «no hay tu tía» como «Falsa separación de no hay tutía, en el sentido figurado de ‘no hay remedio’, porque la tutía se empleaba con fines medicinales».
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Así que en la imagen de la foto de arriba: ¡manda uebos de usar tutía!
Con tu permiso voy a utilizar estas notas lexicográficas en clase. Tengo una recopilación de textos sobre palabras y usos que se va a engrosar con estas dos aportaciones.
I lielralty jumped out of my chair and danced after reading this!