AULA 31

Bitácora de LITERATURA y LENGUA (… y otras "hierbas" educativas y sociales )

«PERDÓN IMPOSIBLE, QUE CUMPLE SU CONDENA»: LAS COMAS 27 noviembre, 2011

Filed under: V A R I O S — ciervalengua @ 8:55 pm

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Tan importante como saber cuándo una palabra se escribe con b o v, por ejemplo, es saber escribir los signos de puntuación donde el sentido de la frase lo exige. Sin ellos podría resultar dudoso y oscuro el significado de las oraciones. Tan grande es el valor de los signos de puntuación, que del lugar que ocupen puede depender el significado de una oración ( o de una vida ).

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Nosotros nos centraremos en la importancia de las COMAS.  El filólogo José Antonio Millán recuerda una anécdota atribuida a Carlos V en el prólogo de su reciente libro Perdón imposible (Del nuevo Extremo). El emperador debía firmar una sentencia que decía así: “Perdón imposible, que cumpla su condena”. Pero el monarca, según se cuenta, cambió la coma de sitio antes de firmar, “perdón, imposible que cumpla su condena”, y de ese modo cambió la suerte de algún desgraciado.  Millán repasa en su libro la historia de los signos de puntuación desde una perspectiva orientada hacia la divulgación, y demuestra, a través de un conjunto de citas de novelas, poesías y páginas web, la gran riqueza y flexibilidad del sistema de puntuación, las zonas de indefinición o las divergencias que existen entre los entendidos. “El lenguaje humano no es un programa de ordenador que sabe lo que hace a cada rato”, plantea Millán en la entrevista con Página/12. “Hay un margen para la ambigüedad, para la creatividad, incluso para la ambigüedad calculada cuando no quieres decirlo todo y entonces utilizas una oración que puede quedar abierta hacia múltiples interpretaciones”. Perdón imposible es la “versión” española que Millán escribió después del éxito de Eats, Shoots & Leaves, de Lynne Truss, un curioso best seller sobre el tema de la puntuación en el inglés. Pero el filólogo español, para aligerar el texto, generó una página web, www.perdonimposible.com, que funciona como complemento del libro.

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Desde abril, Millán viene organizando un concurso en esa página web que consiste en puntuar un texto de un autor muy conocido. “Es muy raro que exista una única solución –señala Millán–. Muchos se pueden puntuar de dos o de tres formas distintas y no se puede establecer cuál es la forma ‘buena’ o la ‘mala’ para organizar la puntuación.” Apelando a cuentos, anécdotas o chascarrillos –como “la carta asesina” que no tenía puntos ni comas–, el filólogo español explora el uso de la coma –el signo más arbitrario–, resuelve dudas y plantea curiosidades. “El español tiene más libertad en el uso de la puntuación que otras lenguas que son más estructuradas y normativizadas como el alemán”, señala Millán, que dirigió la primera edición en CD-ROM del Diccionario de la Real Academia y creó el Centro Virtual del Instituto Cervantes en Internet.

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Como muestra de todo lo dicho, comprobad la  importancia de las COMAS  con estos ejemplos:
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1. Un soldado fue a consultar a la Sibila de Cumas (más o menos, el equivalente romano de nuestros “videntes”) y obtuvo la siguiente respuesta: IBIS REDIBIS NON MORIERIS IN BELLO, que quiere decir: IRÁS VOLVERÁS NO MORIRÁS EN LA GUERRA.

Tanto en latín como en castellano, el significado cambia dependiendo del lugar en el que coloquemos las pausas:
IRÁS, VOLVERÁS, NO MORIRÁS EN LA GUERRA IRÁS, ¿VOLVERÁS? NO, MORIRÁS EN LA GUERRA
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2. ‘Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda’.

  • Si eres mujer, con toda seguridad colocarías la coma después de la palabra mujer.
  • Si eres hombre, con toda seguridad colocarías la coma después de la palabra tiene.

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3. Se cuenta de un señor que, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente testamento, falto de todo signo de puntuación:

«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás páguese la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo». Se dio lectura del documento a las personas aludidas en el mismo y cada cual se atribuía la preferencia; mas, a fin de resolver estas dudas, acordaron que cada uno de los grupos interesados en la herencia presentara el escrito con los signos de puntuación cuya falta motivaba la discordia. Y, en efecto, el sobrino Juan lo presentó de esta forma:
«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, páguese la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
Como se ve, el favorecido era Juan; pero, no conformándose Luis, éste lo arregló del siguiente modo:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No: a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, páguese la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
El sastre a su vez, justificó su reclamación como sigue:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Páguese la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
De este modo, el sastre intentó cobrar su cuenta; pero se interpusieron los jesuitas, reclamando toda la herencia, sosteniendo que la verdadera interpretación del escrito era ésta:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Páguese la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo».
Esta lectura motivó gran escándalo entre los concurrentes y para poner orden acudió la autoridad. Ésta consiguió restablecer la calma y, después de examinar el escrito objeto de la discusión, exclamó en tono severo:
«Señores, aquí se trata de cometer un fraude; la herencia pertenece al Estado, según las leyes en vigor; así lo prueba la verdadera interpretación del escrito, que es la siguiente:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás páguese la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo. »
«En virtud de esta interpretación y, no resultando herederos para la herencia, yo, el Juez…etc., etc., , me incauto de ella en nombre del Estado. Queda terminado el asunto».
 

2 Responses to “«PERDÓN IMPOSIBLE, QUE CUMPLE SU CONDENA»: LAS COMAS”

  1. PAOK Says:

    Bolches yarbles pa todos

  2. PAOK Says:

    Grandes y tibios yarboclos pa todos.


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